Que fácil es sentirnos culpables.
Por cualquier cosa, lo que comemos, lo que decimos, lo que no
hacemos, a donde no vamos, en fin, hay infinidad de cosas por las que
nos han enseñado a sentirnos culpables, incluso nos sentimos culpables
por no sentirnos culpables.
No hay comentarios:
Publicar un comentario