Lanzarnos a vivir nuestra propia vida, con nuestra escala de valores,
nuestros propios intereses y prioridades, aunque a veces tengamos la
sensación de caernos de un precipicio, es nuestro precipicio y si nos
hemos tirado antes de tiempo, o mal, no pasa nada, se vuelve a intentar y
listos, no es necesario guardar el dolor del fracaso.
No hay comentarios:
Publicar un comentario