Cuantas veces nos sorprende que estemos experimentando cosas que
creemos no merecer, que creemos que son por culpa de las circunstancias o
las personas que nos rodean. Así no comprendemos el verdadero
significado de la experiencia, nos quedamos en nuestra posición de
victimas cómodamente esperando que los demás arreglen la situación que
“han causado”.
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